jueves, 15 de octubre de 2009

El faro del Barolo


Luis Barolo, inmigrante italiano que había hecho su fortuna instalando la primera hilandería de lana peinada en la Argentina, en 1918 encargo a su compatriota el arquitecto Mario Palanti la construcción de un edificio destinado a oficinas.

Con un total de 24 plantas (22 pisos y 2 subsuelos), 100 metros de altura seria el edificio más alto de Sudamérica y de Buenos Aires hasta 1935, cuando se inauguró el Kavanagh en la zona de Retiro.


El coronamiento del edificio fue rematado por un faro giratorio de 300.000 bujías que, en la época en que no se había popularizado la radio, se utilizaba para transmitir noticias de actualidad, comunicándose con su gemelo el Palacio Salvo en Montevideo.


Con el correr del tiempo y los avances de la tecnología en materia de comunicación, el faro perdió vigencia y fue abandonado.


A comienzos del 2009, el Programa Puertas del Bicentenario del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se propuso reparar y poner en valor el emblemático faro ubicado en la cima de la torre del Palacio, y convertirlo en una de las insignias conmemorativas del Bicentenario de la Revolución de Mayo de 1810.


Con una actualización técnica, mecánica y lumínica, el faro fue reinaugurado el sábado 3 de octubre con un espectáculo de luz y sonido, en donde sobre la fachada del palacio se proyectaron imágenes animadas referidas al mundo del Dante que acompañaron al intérprete pianista Horacio Lavandera.


Los costos de la actualización fueron cubiertos con aportes de la Embajada de Italia y empresas del medio.


Desde la reinauguración, el encendido del faro se repetirá todos los días 25 de cada mes durante dos horas, para que lo disfruten vecinos y visitantes de la Ciudad de Buenos Aires.


Fotografias gentileza de Puertas del Bicentenario. GCBA

lunes, 12 de octubre de 2009

Patrimonio en peligro

En todo el mundo / Machu Picchu y el Camino de Santiago también integran la nómina

Están en riesgo el Teatro Colón y el centro histórico porteño

Fueron incluidos en una lista de 93 sitios culturales en peligro, que realiza una ONG

LA NACIÓN - Miércoles 7 de octubre de 2009

Alberto Armendáriz

NUEVA YORK.- En un esfuerzo por crear conciencia acerca de la necesidad de preservar el patrimonio cultural local, el centro histórico de Buenos Aires y el Teatro Colón fueron incluidos ayer en la lista de sitios en peligro alrededor del mundo, que anualmente confecciona la organización sin fines de lucro World Monuments Fund.

"Creemos que es importante aumentar la presión internacional para proteger estos lugares en Buenos Aires, que tienen un valor único dentro del tejido histórico de la ciudad. El Teatro Colón, además, representa una joya arquitectónica del más alto nivel artístico mundial", explicó a LA NACION Bonnie Burnham, presidenta del World Monuments Fund (WMF), que este año seleccionó 93 sitios en riesgo en 47 países.

Entre ellos, sobresalen algunos lugares famosos, como el complejo arqueológico de Machu Picchu, en Perú; el templo de la Sagrada Familia, en Barcelona; los paisajes históricos de Sevilla y Toledo, y la ruta de Santiago de Compostela, todos en España; el minarete Al Hadba de Mosul, en Irak; el pueblo de Taos, en Estados Unidos, y las machiyas, tradicionales casas adosadas de Kyoto, Japón. También, sitios como el monasterio de Phajoding, en las montañas del Himalaya de Bután, y los castillos en el desierto de Khorezm, en Uzbekistán.

"La lista incluye tajantes ejemplos de la necesidad de hacer confluir diversos sectores -económico, ambiental, histórico y social- cuando hacemos planes que nos afectarán a todos", destacó Burnham.

La misión es preservar

Fundado en 1965 con la misión de preservar el patrimonio cultural mundial, el WMF recibe todos los años centenares de nominaciones de parte de gobiernos, organizaciones no gubernamentales, profesionales de la conservación o simplemente personas preocupadas por el deterioro de monumentos. Luego, un panel de expertos internacionales selecciona la lista definitiva siguiendo cuatro criterios: su significado patrimonial, la urgencia de la situación, la viabilidad de las acciones de conservación propuestas y la relevancia dentro del legado cultural mundial.

Desde que lanzó su lista de alerta anual, en 1996, el fondo protegió más de 630 sitios en 125 países, aportó más de 50 millones de dólares de sus filantrópicas arcas y consiguió más de 150 millones de dólares adicionales de otras fuentes privadas para proyectos de preservación. De la Argentina, ya habían sido destacados la sinagoga Brener, en Moisés Ville (2008); las misiones jesuíticas, en la provincia de Misiones (2004); el presidio de Ushuaia (1998), y las ruinas de San Ignacio de Miní (1996).

Para las incorporaciones porteñas de este año, las nominaciones corrieron por parte de la asociación civil Basta de Demoler, en el caso del centro histórico de Buenos Aires, y de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Comisión de Defensa del Teatro Colón en el otro.

"Nos parece clave que la sociedad civil se involucre más en el debate sobre la necesidad de conservar el legado arquitectónico. El proceso de renovación del Teatro Colón estuvo descontrolado y quedó estancado por demasiado tiempo. Hay que aumentar la presión sobre el gobierno para asegurar que se encamine de nuevo", apuntó Burnham.

A los sitios seleccionados se les abre ahora la puerta para recibir del WMF asistencia técnica y financiera."No todos los sitos en la lista se encuentran en riesgo inminente. Muchos se enfrentan a retos que ofrecen la oportunidad de generar diálogo para la toma de decisiones ahora y evitar problemas en el futuro", indicó Erica Avrami, directora de Investigación y Educación del fondo.

Por su parte, Norma Barbacci, que dirige el programa de América latina, explicó que en todos los países de la región se requiere un mayor compromiso del sector privado en los proyectos de conservación.

"El problema general es que no existen incentivos fiscales para que las empresas se sumen a estos esfuerzos", dijo Barbacci, quien señaló como ejemplo exitoso de cooperación el proyecto de recuperación del centro histórico de la ciudad de México.

WMF: http://www.wmf.org/

Muestra Antípodas





Afiches



Trabajo en Taller


Construcción de un espacio renacentista




Visita al Jardín Japonés





Proyectual I - Algunos Trabajos







Proyectual - De la Bi a la Tridimensión




El jardín que trepa




La oficina neoyorquina de arquitectura del paisaje y diseño urbano Balmori Associates ha diseñado el “Jardín que trepa los peldaños” en Bilbao, España.

El jardín trepa literalmente las escaleras, moviéndose en líneas ondulantes de diferentes texturas y colores. Visualizado como un espacio urbano dinámico; cambia en el tiempo con las estaciones. Sus exuberantes cascadas de plantas bajan a través del jardín como si fluyeran o se fundieran, inyectando colores entre sí. En un gesto, narra la historia del paisaje apoderándose y expandiéndose sobre el Espacio Público y la Arquitectura, para luego transformar la manera en que las escaleras y el espacio es percibido y leido por el usuario.

Es un jardín de contrastes: el contraste entre plantas exóticas y nativas, entre flores rojas y pasto verde, entre el pasto verde y el pavimento gris. En forma, el jardín encuentra la horizontal de la plaza con el plano vertical de los peldaños y el gesto hacia arriba de la escultura de Eduardo Chillida. Como los famosos Peldaños Españoles en Roma, el jardín no es sólo diseñado para que los visitantes suban y bajen, sino para que puedan permanercer en el lugar, y simplemente estar.

© Iwan Baan


Fuente: http://www.plataformaarquitectura.cl/2009/10/09/el-jardin-que-trepa-los-peldanos-balmori-associates/